jueves, 11 de abril de 2013

El lobo rojo (Caperucita)


Erase una vez un lobo que vivía con su madre en un inmenso bosque
Un dia  la madre le dijo
-Coje una cesta para llevar algo de comer a tu abuelita que esta muy malita
Para llegar hasta la casa de la abuela el lobo tenía que atravesar el bosque
Su madre le hizo prometer que no hablaría con desconocidos
Pero en cuanto el lobo se adentró en el bosque apareció una niña que le pregunto con una voz meliflua
-¿Ha donde vas lobito?
Y el lobo olvidando la promesa que le hizo a su madre le respondió
- Voy a llevarle comida a mi abuelita porque está constipada y no puede levantarse de la cama
Entonces la niña le propuso hacer una carrera, el lobo aceptó  y  la niña empezó a correr tomando un atajo y llegó en un santiamén  a la cabaña de la abuela         
La abuela esperaba la visita de su nieto lobito.
No había cerrado la puerta,  a si que la niña  pudo entrar sin impedimento alguno.

La anciana  gritó pidiendo socorro e intento defenderse pero sus intentos fueron vanos

La niña se echó sobre ella y se la comió en menos que canta un gallo.

Una vez que hubo consumado su obra la niña  se vistió con la ropa de la pobre anciana

Y metiéndose en la cama y tapándose con las sábanas todo cuanto pudo se dispuso a esperar 

Cuando apareció  el lobo se extrañó del aspecto que presentaba su abuela a la que noto muy cambiada

Abuelita que orejas más grandes tienes

Son para oírte mejor

Abuelita que ojos mas grades tienes

Son  para verte mejor mi querido nietecito

Lobito estaba cada vez mas tranquilo

Oye abuelita ¿y esa nariz tan grande?

Es para olerte mejor nietito

La voz  de la lobito temblaba cuando dijo:

-Pero abuelita que boca tan grande tienes

Es para comerte mejor

Dijo la niña y saltando sobre el lobo se la comió de un bocado

Entonces cuando la niña salía de la cabaña el cazador oía unas voces que venían de su barriga pidiendo ayuda
Entonces el cazador le abrió la barriga a la niña y saco sanos y salvos a el lobito y a su abuelita. El cazador antes de coserle la barriga le metió piedras y cuando la niña fue al rió a beber agua se cayó,  el lobo y su abuelita daban gritos de alegría y también abrazaron al cazador y todos entraron a la cabaña a tomar un a rica merienda

 

Paula Fernández Goya  6ºB

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