miércoles, 4 de mayo de 2011

Caperucito Azul 2 El Retorno.

Erase una vez un niño llamado Caperucito Azul. Un día el padre le mandó a llevar pan y vino al abuelo.

Cuándo iba por el monte con sus amiguitas coneja, pajarita y lombriz, se colaron por el sitio equivocado.

Se encontraron a una loba y les pregunto:

- ¿A dónde vais?

- A casa de mi abuelo por el camino que va a la playa.

Echaron una carrera y la loba llego primero.

Metió al abuelo en el armario, se puso sus ropas y una máscara de su cara.

Entonces llego Caperucito y tocó a la puerta. Adelante, contestó la loba.

Entró y saludó. Abuelo tienes las orejas más pequeñas. Son para o oírte peor.

Tienes los ojos más pequeños. Son para verte peor.

Tienes la boca más grande, es para comerte mejor.

Después la loba saltó y se lo zampó. La cazadora exterminadora la oyó y fue a ver qué pasaba.

Mató a la loba sacó a Caperucito y oyeron al abuelo. Lo sacaron del armario y bebieron vino comieron pan, loba y perdices.

Javier Medina y Tahiche 6º B

Caperucito Rojo

Había una vez un niño llamado Caperucito Rojo. Lo llamaban así porque iba con una gorra roja.


Un día su padre le dijo que fuera a casa del abuelo. Por el camino se encontró con Chiniwa, la loba que estaba allí al asecho de alguna presa. La loba llegó antes que él a casa del abuelito y se lo comió. Después llegó Caperucito y cuando la loba estaba a punto de comérselo entró la leñadora con la falda de cuadros y lo salvó.

Después con su pintauñas envenenó a la loba y vomitó al abuelo.

Vivieron felices y comieron albóndigas en salsa picona.

Zuleima y Nazaret 6º B

Los cuentos enredados

Roberto, Eustaquio, Alejandro, Víctor, Lucas, Luis, Fernando y Kevin estaban jugando a un partido de futbol.

De repente la pelota se quedó atrapada en unas piedras y al cogerlo, cayó en un pozo. Los niños se alongaron al pozo y por desgracia cayeron dentro.

En el fondo del pozo estaba todo oscuro y los niños al intentar buscar la pelota se adentraron en un pequeño mundo. En el vieron su pelota pero al ir tras ella se encontraron con Caperucita Roja que iba vestida de violeta. Les pareció muy raro y fueron a preguntarle. Ella les dijo que estaba jugando un partido de mini-golf contra el lobo y ahora estaban recogiendo porque iba a ir al dentista porque al lobo se le movía un colmillo…

Al cabo de un rato cuando Caperucita acabó de hablar los niños se dieron cuenta que una ráfaga de viento se había llevado el balón. Entonces salieron tras él y se encontraron con Peter Pan.

Él le contó su historia, de que estaba buscando a Campanilla porque era su mayor enemiga y le iba a meter en su pequeño traje polvos pica-pica.

La pelota seguía rodando por todos los sitios y los niños no conseguían cogerla.

Se encontraron con el flautista de Hamelín que tocaba el violín, Cenicienta que había echado a sus hermanastras, los tres cerditos que habían montado un hotel y lo querían vender, al gato con botas que andaba con chanclas…

Al cabo de un rato los niños consiguieron coger el balón pero Lucas se cayó y al levantarse tiró de una pequeña palanca y todos los cuentos volvieron a la normalidad. Al final salieron sin problemas.

Ainhoa, Javier, Wila y Alba 6º A

domingo, 1 de mayo de 2011

Negro Nieves

Había una vez un hombre llamado Negro Nieves. Un día, unas hadas le concedieron la vida y la belleza. Al cabo de un tiempo, un príncipe llamado Bartolo la envenenó con fresas. Al final en su entierro ocurrió un milagro. Apareció una bruja, lo besó y Negro Nieves resucitó.


Javier Díaz 6º B

Robot Roja

Erase una vez, un día al revés, que empezaba de noche y acababa de día. Un robot llamado Pepito, caminaba por los ordenadores del mercado recogiendo teclas para su abuelo Pepe. Y mientras las metía en su pendrive, apareció un virus con dientes de ratón poco afilados, y sus piernas y brazos eran peludos. Éste se escondió detrás del ratón y le persiguió. Pepito se detuvo, y fue por un camino más largo para ir al ordenador de su tía Pepatona y que ésta le dé carga. Más tarde, cuando salió, se dirigió al ordenador de su abuelo, pero el virus, había metido a su abuelo en la carpeta de archivos y también se había puesto su ropa. Cuando Pepito tocó a la pantalla, el virus le abrió la pestaña de google y le dejó entrar. El virus se hizo pasar por el abuelo y le dijo que tenía unos bonitos cables y que se estaba haciendo mayor porque se le estaba cambiando el sistema. Más tarde, pilló despistado a Pepito y le amenazó diciéndole que si no le daba las teclas, iba a invadir el ordenador. Pero la alegría llegó cuando llegó un antivirus cercano y se lo llevó. Y Pepito pudo darle las teclas a su abuelo. ¿Queréis saber donde acabó el virus? En la papelera de reciclaje para convertirlo en un antivirus.


Ana y Cristo 6º B

Gorrito Rojo

Había una vez un niño al que lo llamaban Gorrito Rojo porque nunca se quitaba el gorro de una sudadera que le cosió su abuelo.


Un día Gorrito Rojo fue a llevarle unos CD'S a su abuelo que vive en el bosque. De camino, se encontró a la loba más feroz del bosque que le dijo:

-¿A dónde vas pequeño?

-Voy a la casa de mi abuelo en el bosque.

-A sí, pues te voy a decir el camino más corto para llegar-dijo la loba mientras señalaba el camino.

La loba tan mentirosa como siempre y Gorrito Rojo tan ingenuo se fue por el camino más largo gracias a la mentira.

La loba estaba a punto de comerse a su abuelo y Gorrito Rojo tocó la puerta, la loba corriendo metió al abuelo en el armario y se metió en la cama con el periódico del anciano.

Gorrito Rojo entró en la casa de su abuelo y dijo:

-¡¡¡Ey!!! ¿Qué pasa, Abuu?

-Yo aquí en mi cama leyendo.

-Abu, que orejas tan grandes tienes.

-Son... Son para oírte mejor.

-Abu, que ojos tan grandes tienes.

-Son... Para verte mejor.

-Abu, que nariz tan grande tienes.

-Es... Para olerte mejor.

-Abu, que dientes tan grandes tienes.

-¡¡¡SON PARA COMERTE MEJOR!!!

Gorrito se quedó paralizado y entró la cazadora y mató a la loba.

Al final todos vivieron felices y comieron monises.

Moraleja: Las mujeres pueden hacer las mismas cosas que los hombre y viceversa. Los hombres también se pueden asustar y las mujeres otras cosas.

Alba Pérez     Miguel Pestano    6º B

Ceniciento

Había una vez un criado llamado Ceniciento, que servía a unas personas muy malas.


Un día la princesa del reino, organizó un baile para conocer a su príncipe ideal. Ceniciento tenía muchas ganas de ir, pero su jefe que era muy mandón y trataba mal al servicio, no permitía que los criados salieran de la casa. Por eso él se fue corriendo apenado a su cuarto y de repente le visitó la hada Gorgojita (era de muchos colores y llevaba puesto un vestido rojo).Gorgojita le dijo al príncipe:

- Tienes dos deseos que te concederé.

- Vale. Pues deseo una armadura y un caballo, para poder así ir al reino y ver a la princesa.

El hada se lo concedió y Cenicinto salió hacia el castillo. Allí el joven se arrepintió de haber ido; a pesar de que la princesa lo quería conocer, él tenía miedo de volver a ser como antes.

Pero al final se casó con la princesa y el antiguo jefe se quedo sin criados ya que se fueron a trabajar al castillo.

Alba Ravelo Eduardo 6º B

El Caperucito naranja

Erase una vez un niño llamado Capericito, un día la madre le dijo: - ve y lleva esta cesta a casa de tu abuelo. Entonces cuando estaba de camino a casa de su abuelo vio una loba tímida y tranquila y a Caperucito le llamó la atención y se fue detrás de la loba. Y como la loba corría más se perdió en el bosque, y al anochecer el abuelo lo encontró y se lo llevo a su casa. Entonces en el camino le contó que se había encontrado con una loba y le tiro piedras, después la loba salió corriendo y se adentró en el bosque.




Elena Figueroa Goya Yeray Carballo Kewley 6º B

EL Bello Durmiente

Erase una ver un rey y una reina que se querían mucho, de ese amor nació un niño al que llamaron Auror.


El día de su bautizo fue secuestrado por un mago muy malvado llamado Maléfico. Al día siguiente el rey y la reina mandaron a sus soldados a buscarlo, pero fue inútil, no le encontraron.

Pasaron los años y gracias a las hadas del norte encontraron en el bosque a un joven de 19 años que cortaba leña. Maléfico que lo observaba desde la ventana hizo un maleficio, pero intervinieron las hadas y decidieron que Auror no moriría sino que dormiría en un profundo sueño.

Pasaron los años y un día una joven, llamada Alicia que pasaba por allí, se acercó y lo despertó con un beso de amor. Se casaron y vivieron felices comiendo perdices.



Enrique Guillén Aguiar. 6º B