Había una vez un niño llamado Caperucito Rojo. Lo llamaban así porque iba con una gorra roja.
Un día su padre le dijo que fuera a casa del abuelo. Por el camino se encontró con Chiniwa, la loba que estaba allí al asecho de alguna presa. La loba llegó antes que él a casa del abuelito y se lo comió. Después llegó Caperucito y cuando la loba estaba a punto de comérselo entró la leñadora con la falda de cuadros y lo salvó.
Después con su pintauñas envenenó a la loba y vomitó al abuelo.
Vivieron felices y comieron albóndigas en salsa picona.
Zuleima y Nazaret 6º B
miércoles, 4 de mayo de 2011
Caperucito Rojo
Publicado por
Marielo
en
9:18
Etiquetas: Cuento del revés
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