Esta historia pasó hace mucho tiempo en el archipiélago Canario (España, Europa).
Un buen día en la isla tinerfeña, concretamente en La Corona Forestal de Tenerife, nació una graja con un plumaje negro irisado, la cara blancuzca y el pico rojo y afilado. A la cría la llamaron Ela.
Cuando la madre de Ela era pequeña su madre la llevó a conocer algunas de las Islas
Canarias y ella quería hacer lo mismo con su hija.
En los primeros meses de vida de la cría la madre le enseñó a volar.
El primer viaje de Ela fue a La Gomera. En La Gomera Ela y su madre visitaron el Parque Nacional de Garajonay y el Bosque de Cedro.
Cuando Ela y su madre salieron de La Gomera fueron hacia la isla de La Palma, ¡les
hacía mucha ilusión visitar el Roque de Los Muchachos, La Caldera de Taburiente y el
Teneguía!
Después de visitar esos sitios, les coincidió que en ese mismo momento iban a bailar los
Enanos. Las dos grajas se posaron en el gorro de un enano. Cuando terminaron de bailar
su famosa polca, las aves tomaron rumbo a Lanzarote.
En Lanzarote Ela y su madre visitaron los Jameos del agua, El Timanfaya y la Cueva de
Los Verdes.
Después de haber visitado estas tres islas decidieron ir a vivir a la isla de La Palma dónde vivían muchas más grajas.
Cuando Ela tuvo crías las llevó a ver algunas islas y así sucesivamente de generación en
generación.
Carlota Hernández Jaubert 5ºB
jueves, 13 de enero de 2011
LA HISTORIA DE UNA GRAJA
Publicado por
Marielo
en
11:24
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